<<Mis palabras proceden de la rectitud de mi corazón, y con sinceridad mis labios hablan lo que saben.>>
<<Si algo lo tienes que decir, respóndeme; Habla, porque deseo justificarte. Si no, escúchame; …>>
Job 33:3, 32-33a NBLA
Lectura: Job 32-33
Eliú confrontaba a Job desde un corazón interesado en ayudarle. Sus comentarios reflejan humildad siendo transparente y dispuesto a escuchar a Job y entenderlo. En su pasión por Dios y por la verdad, no deja de mostrar respeto a Job.
Si pienso confrontar a una persona, o corregirlo, debe venir de un interés genuino por la persona, un amor genuino a Dios y un deseo genuino para la restauración. Si no puedo hablar en rectitud y sinceridad, no tengo lugar en confrontar.
Oh, Señor, guárdame de un espíritu de juzgar, de competencia, de actuar en una justicia humana o en orgullo. Dame un corazón genuino para la restauración de Tus hijos. Ayúdame a tener temor de Ti en cada paso y decisión. Guárdame del egoísmo.