<<Yo sé que Tú puedes hacer todas las cosas, y ninguno de tus propósitos puede ser frustrado…. Por tanto, he declarado lo que no comprendía, cosas demasiado maravillosas para mí, que no sabía…. He sabido de Ti solo de oídas, pero ahora mis ojos Te ven. Por eso me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.>>
Job 42:2-6 NBLA
Lectura: Job 40-42
Job reconoce que su sufrimiento fue parte del plan perfecto de Dios y confiesa que su reclamo a Dios fue sin conocimiento y compresión. Ya que él había escuchado a Dios y que le había visto, retracta su argumento por completo y acepta la voluntad de Dios como bueno, aceptable y perfecto.
¿Qué sentido tiene luchar en contra de la voluntad de Dios? Creo que para mí la lucha es creer que la voluntad de Dios es buena y perfecta. La respuesta para mí es una firme confianza en el carácter de Dios. Acepto y me someto a Su carácter y persona. En humildad me someto a Sus planes, decisiones y deseos para mí, sabiendo de dónde vienen y que son puros, sólidos, perfectos.
Señor, cómo me cuesta no tener control y no tener entendimiento sobre las cosas y ser tan frágil. Gracias por Tu paciencia y por pensar cosas buenas para mí. Transforma mi corazón en uno que confía en Ti, que depende de Tu gracia y que goza en Tu voluntad.