<<…se les abrían los ojos…>>, <<…fueron abiertos los ojos de ambos…>>
Génesis 3:5, 7 NBLA
La serpiente le dijo a la mujer que al comer el fruto del árbol sus ojos serían abiertos y así fue. Pero, no fueron abiertos para mejorar su condición, sino que fueron abiertos para destruirla. Ni Adán ni Eva habían experimentado la maldad. Perdieron su inocencia. La serpiente engañó a la mujer comunicando información que era cierta, pero que estaba incompleta, pues tergiversó la verdad de acuerdo a su conveniencia.
Los engaños más difíciles de discernir son los que se usan con verdades para confundir y convencer. Nunca nos equivocaremos llendo a Jesús cuando tengamos dudas. Él es el camino, la verdad y la vida.
Señor, dame discernimiento para reconocer Tus verdades. Ayúdame a ser una persona que Te busque con un corazón sincero en medio de la confusión. Dame entendimiento para seguirte.