<<Aun ahora mi testigo está en el cielo, y mi defensor está en las alturas.>>
Job 16:19 NBLA
Lectura: 15-17
Aunque Job se sintió solo y mal entendido por sus amigos, no dejó de tener su esperanza en Dios. Le llama su testigo. Dios sabía las verdades sobre su corazón. Y le llama su “defensor” estando convencido que le defendería ante las acusaciones de sus amigos.
Es difícil para mí imaginar lo que sería que todos pensara mal de mi injustamente. Pero en cualquier medida que lo llegue a vivir personalmente, quiero aferrarme a Dios y tener más temor de Dios que al hombre como Job.
Señor, siento que el temor al hombre está arraigado en mi corazón. Soy demasiado sensible a lo que piensan los demás. Yo creo que eres mi testigo y defensor, ayúdame en estos momentos a encontrar mi consuelo y contentamiento en Ti.