Capítulo 38: Lluvia para un lugar desierto

<< ¿Quién ha abierto un canal para el turbión, o un camino para el rayo, para traer lluvia sobre tierra despoblada, sobre un desierto sin hombre alguno, para saciar la tierra desierta y desolada, y hacer brotarlas semillas de la hierba?>>
 Job 38:25-27 NBLA
Lectura: Job 38-39

El Señor cuidaba los lugares desolados de la tierra, lugares aún no conocidos por el hombre. Los saciaba con las lluvias y hacía crecer la hierba.

Si el Señor cuida de una plantita silvestre en un lugar despoblada, desierto y desolada, ¿cómo no se va a darse cuenta de todos los detalles de mi vida y tener cuidado de mis necesidades? tanto en lo físico como en lo más íntimo de mi alma. También Él hace llover en los lugares más solos y secos de mi corazón. Él hace brotar en mi vida nueva.

Señor, ¡nunca dejes de ser bondadoso conmigo! A veces las tormentas de la vida me asustan, pero sé que por medio de ellas traes la lluvia para saciar mi alma. Ayúdame a buscar siempre Tus lluvias de gracia. Recuérdame en las sequías que Tú me ves y haces lo que es bueno para mí. Haz florecer en mi Tu vida nueva.