Capítulo 6: Las palabras del Santo

<< Pero aún tengo consuelo, me regocijo en el dolor sin tregua, que no he negado las palabras del Santo.>>
Job 6:10 NBLA
Lectura: Job 4-6

Fue una consolación para Job el hecho de que él no había pecado ni desobedecido a Dios. El temor de Dios en Job fue verdadero y genuino. Era tanto la importancia para él honrar al Santo que, en todo lo que le estaba pasando, le confortó haber mantenido su integridad ante Dios.

Después del regreso de Jesús al cielo, hubo momentos para los que le seguían que el costo de fidelidad al evangelio significaba sufrimiento. Ellos se gozaron ante la oportunidad de identificarse con el sufrimiento de Cristo. Pedro animó a creyentes en sufrimiento a tener celo para lo bueno concluyendo que <<es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.>> (1 Pedro 3:13,17) Claro que hay sufrimiento que pasa debido las consecuencias naturales de nuestras decisiones erróneas. Pero Jesús lo dejó en claro que en el mundo tendríamos dificultades y aflicciones yendo en pos de Él. La esperanza que tenemos es que Él mismo ha vencido al mundo. (Juan 16:33)

Cuando es mi mayor gozo vivir por mi Señor, entonces haber vivido para Él sería consuelo en la prueba.

Señor, solo veo cuanto te necesito. Transforma mi mente y corazón para que seas mi anhelo más profundo. Haz Tu obrar en mí, Señor, para que en la prueba vivir por Ti también sea mi gozo y mi consuelo.